Música

Ana Sofía Stamponi: “Estamos en un gran atraso en cuanto a la equidad”

En esta nota, la cantante de tangos e integrante del colectivo Tango Hembra habla de su pasión por la música, la investigación y el feminismo. En ese contexto, celebra los logros, pero también advierte: “en la práctica (…) estamos en un gran atraso en cuanto a la equidad”.


Por Marina Cavalletti. Fotos Dante Fernández

Ana Sofía Stamponi vive en el barrio porteño de San Telmo, junto a su encantador gato negro, Toni. Un cartel enorme y colorido adorna su comedor con la frase “mais amor, por favor”; será que para esta artista, que se perfila como una de las compositoras más destacadas del tango actual, la sororidad no es una palabra más. Y acaso la sororidad no sea simplemente una de las formas más maravillosas del amor.

Así, guiada por ese impulso de compartir con otres, Stamponi, que además es socióloga y docente, se subirá el próximo 10 de octubre al escenario del CAFF (Sánchez de Bustamante 772, 21 Hs.) junto a la también compositora Gisela Magri.

En esta nota, la cantante y nieta del mítico pianista Héctor Stamponi  habla de su pasión por la música, la investigación y el feminismo. En ese contexto, celebra los logros, pero también advierte: “en la práctica, (…) estamos en un gran atraso en cuanto a la equidad”.


Casi con un mes de distancia vuelven a compartir escenario con Gisela Magri. ¿Cómo nace el concepto de ida y vuelta, de dos conciertos, en locaciones y fechas diversas?

La idea de hacer un Ida y Vuelta surge de la necesidad de descentralizar, en mi caso, la escena musical de la CABA, de unas ganas enormes de salir a mostrar mi música por otras provincias, otras ciudades, e inclusive por el conurbano bonaerense, de buscar nuevas orejas, y de conocerme más en profundidad con otra música, compositora y militante como Gisela Magri, a quien admiro mucho. De ese encuentro con ella surge esta idea de tocar en sus pagos platenses, y de recibirla en CABA, en un lugar mítico del tango actual como ya lo es el CAFF.

En el concierto presentarán canciones propias, tal vez algunas ajenas. En lo personal ¿cómo describirías tu proceso compositivo, la conjugación entre letra y melodía?

Así es, porque tanto Gise como yo, y como algunes de les invitades -como Noe Sinkunas- somos compositoras y/o nos gusta también interpretar tangos y otras yerbas del mundo musical actual. En lo personal, mis ansias compositivas son enormes, y persisten dentro mío desde muy pequeña. Al principio, me animaba más a componer desde mi otra gran pasión que es el folklore argentino y latinoamericano, pero desde hace algunos años también desde el tango y la música rioplatense. Las letras, las melodías y las armonías fluyen de diversas maneras, cada vez que me hacen esa pregunta digo que depende de la circunstancia: pueden nacer canciones desde una palabra, desde un ritmo, desde un intervalo melódico o desde un acorde que me llamó la atención o bien todas esas cosas al mismo tiempo. Lo importante es retenerlo, porque muchas de mis composiciones han surgido de las maneras más extrañas, como andando en bici, por ejemplo.

“El objetivo del colectivo Tango Hembra es visibilizar la presencia de mujeres y disidencias dentro del tango y concientizar sobre la necesidad de que haya más mujeres en los escenarios en general”.


Hablás de situaciones bastante cotidianas…

Claro. Son situaciones en las cuales o bien llegaba corriendo a mi casa para agarrar el piano o la guitarra y seguir probando, o grababa con algún dispositivo a mano (en otros tiempos tenía un mp3, cuando no existían los celulares inteligentes) o simplemente un papelito arrugado en el bolsillo donde poder anotar esas ideas que tarde o temprano se convierten en canciones. Pero sobre todo, las composiciones me surgen por una necesidad tremenda de decir algo, de comunicar un sentimiento o una idea que quisiera gritar a los vientos y que se propague. Por eso me da una emoción tremenda, hasta las lágrimas de felicidad, cuando me entero de que una nueva colega canta mis temas, o cuando salen publicados en un libro como sucede en el flamante título que acaba de presentar de Vanina Steiner Mirada de Mujer: las letristas del Siglo XXI (tango y canción rioplatense) de Tinta Roja Ediciones, donde hay dos de mis primeros tangos: Basta y el vals Tardecitas de enero.

¿Considerás que estos nuevos tango le aportan al género un punto de vista diverso, colaboran con su deconstrucción? ¿Son bien recibidos o aparecen resistencias?

Creo que son bien recibidos porque hay mucha avidez de nuevas expresiones, de música que sea más representativa de todo lo que nos está pasando a las mujeres y disidencias, y a la sociedad en general con esta revolución transfeminista que viene transformando a mujeres, hombres, lesbianas, travestis, gays, trans, no binaries… y todas las identidades que puedan existir. Por supuesto, todo colabora con la deconstrucción, pero creo que esa es una tarea de nunca acabar, porque no podemos saber qué vamos a sentir mañana en torno a estas cuestiones, ni qué necesidades extras puedan aparecer en futuras generaciones, y porque además en un montón de aspectos seguimos viviendo un gran retraso en cuando a la equidad en todo sentido. Por supuesto, hay detractores, gente que no quiere que las cosas cambien, y que tienen las mismas resistencias de siempre a ver mujeres y disidencias en lugares tradicionalmente acaparados por hombres hetero cis.

Participás del grupo Tango Hembra, colectivo cultural feminista. En este sentido ¿concebís a  la música y al feminismo  como una militancia, o de qué manera te interpelan?

La vida misma es una militancia, y en cada cosa que hago siento algún tipo de transformación hacia mis adentros y claro, hacia afuera. En el caso de Tango Hembra, el objetivo del colectivo es visibilizar la presencia de mujeres y disidencias dentro del tango y concientizar sobre la necesidad de que haya más mujeres en los escenarios en general.

¿Qué le han aportado la formación sociológica y experiencia docente a tus planteos artísticos, al modo de pensarte como autora y maestra?

¡Muchísimo! Gran parte de mi vocación docente está intervenida por mi formación sociológica, ni qué hablar de mi militancia, y por supuesto esa carga está en mis canciones también. Si tuviera tiempo, me encantaría además poder investigar y escribir muchas cosas que pienso, ¡pero no me da la vida para tanto! Ya vendrá eso, porque me sigue intrigando profundamente el funcionamiento de la sociedad en muchos aspectos, así que te aseguro que esa formación sociológica está muy presente cotidianamente.

El jueves 10 habrá mayoría femenina en el escenario, ¿creés que esto es como un logro de los reclamos que aún hoy libra el feminismo? ¿que eso ha cristalizado la pluralidad del arte, sumando además a disidencias?

Eso es un logro de nosotras que hemos sabido valorarnos, juntarnos, y abandonar absurdas competencias reemplazándolas por sororidad para compartir empáticamente nuestros logros. Pero el camino no es fácil, estamos todavía transitando los comienzos de un proceso al que le faltan muchas vueltas aún, porque todavía estamos en lo simbólico. En la práctica, como te dije antes, siento que estamos en un gran atraso en cuanto a la equidad: ¿cuántas mujeres y disidencias ves hoy en los escenarios principales? ¿Cuántas mujeres/disidencias mueren por abortos clandestinos y/o sólo por el hecho de ser mujeres o tener una identidad disidente? La simple pregunta responde por sí sola.

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