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Su nombre significa mujer | Una transición colectiva

La obra de Paola Lusardi transita los recovecos de la ficción y el documental para narrar el camino de una actriz ante la transición de su pareja y la deconstrucción normativa que ello ha implicado en su entorno familiar.


Por Marvel Aguilera.

Vivimos atrapados en una sociedad de dogmas, axiomas, rituales y prácticas que buscan reforzar los conceptos de “hombre” y “mujer”. El binomio de ser de una forma o de otra. Y, asimismo, el castigo por querer desprenderse de ese destino “natural”. Un horizonte que excluye a infinidades de formas del deseo, de vínculos que no encajan con el discurso hegemónico de las identidades.

Chantal Mouffé habla del “exterior constitutivo” para explicar que, en realidad, es la relación con lo externo aquello que nos permite construir identidades abiertas. Lo que está afuera de nosotros posibilita cimentar una identidad libre, la cual siempre permanecerá abierta. Porque en esa apertura está la oportunidad de transformación constante de nuestras identidades. Ahí radica la necesidad de abrir la cárcel corporal y dejarse guiar por algo más trascendente: el amor, el deseo y el goce como ejes de una vida en movimiento.

En Su nombre significa mujer, Paola Lusardi nos retrata la historia de una actriz y madre, cuyo marido ha elegido transicionar luego de 25 años de matrimonio. Una obra donde el foco de la transformación identitaria está puesto en el otro, en cómo se sostienen los vínculos construidos bajo las nociones tradicionales de familia cuando alguien decide moverse de la norma, y en que el deseo personal, aquello que corre por debajo de lo observable, es puesto en perspectiva cuando se rompen los filtros del deber.

“Una obra en la que el foco de la transformación identitaria está puesto en el otro, en cómo se sostienen los vínculos construidos bajo las nociones tradicionales de familia cuando alguien decide moverse de la norma”.


Una actriz que es convocada a una obra de teatro descubre que el texto retrata los acontecimientos de su propia vida. Es que, tras un largo matrimonio y tres hijxs mayores, la madre debe encontrar las herramientas para comprender las decisiones de transición de su pareja al tiempo que aprende a convivir, junto al resto de su familia, con los cambios, efectos y consecuencias externas a partir de esa decisión.

En una pieza que cruza la representación actoral y el documental, donde las escenas se bifurcan para desplegar un juego audiovisual que mimetiza la realidad y la ficción, el escenario funciona como un espacio experimental donde el relato, lo performativo y el arte más vivido confluyen con una historia de resistencia, lucha y empatía. Uno en donde persona y personaje transitan un recoveco emocional: un lenguaje común que nos permite adentrarnos en las fibras más delgadas de los recuerdos.

De un partido de tenis en familia, donde los resabios afectivos se tensionan, al recuerdo de la primera vez en que ella, la otra Mamá (interpretada excelsamente por Payuca), se mostraba vestida de mujer ante la mirada ajena. Lo corporal aparece como foco de algo que está en movimiento permanente. Que se resiste a inmutarse, a dejarse llevar por la corriente estandarizada de la época.

Elenco: Cecile Caillon, Rosario Alfaro, Payuca, María Zubiri y Claudio Mattos

La desnudez que proyecta cada personaje, entre juegos luminarios y cambios de ritmo coreográficos, es una metáfora del deshibimiento de lo esencial, de la identidad entendida como un todo: pensamientos, sensibilidades, posicionamientos ideológicos. La libertad de sentirse pleno con la individualidad, en una era donde lo igual se impone a pasos agigantados y “el otro” desaparece, se extiende desde una identidad trans al resto de la familia, porque es una libertad que se vive colectivamente, que se construye socialmente a través de los lazos.

Una obra donde el cuerpo es el punto de discusión acerca de los roles que la heteronorma impone; un molde que simboliza las transformaciones de una identidad, de la misma forma que lo hace la condición humana a través de los tiempos.

El trabajo de Cecile Caillon (Mamá) se luce, con grandes brillos de comedia y una sensibilidad honda para transmitir las inquietudes internas, recorriendo los tonos de una obra que amplifica los estados, muta, salta del drama al show, de la confesión intimista al despliegue musical, donde los que hablan son los cuerpos en movimiento.

Su nombre significa mujer es una obra sobre el cambio, pero no solo de una identidad sino de una sociedad en permanente búsqueda. Una puesta que evidencia la esencialidad de los sentimientos como motores de nuestros vínculos, y de cómo la reciprocidad y la empatía del otro son fundamentales para afirmar nuestras propias subjetividades.

Ficha técnico artística

Elenco: Cecile Caillon, Rosario Alfaro, Payuca, María Zubiri y Claudio Mattos
Diseño coreográfico: Andrés Molina
Música original y diseño sonoro: Marcelo Fabián Martínez
Diseño de escenografía e iluminación: Sebastián Marrero
Diseño de video y visuales de Matías Iacarino y Danae Pienica
Diseño de vestuario: Gabriella Gerdelics
Asistencia de dirección: Renata Moreno
Producción artística: Tatiana Sandoval 
Producción ejecutiva: María Laura Quevedo y Loli Crivocapich
Producción general: Paola Lusardi
Autoría y dirección: Paola Lusardi

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