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The Silencio Manifiesto | Una patria interior

La obra dirigida por Felipe Rubio, que da inicio a la “Trilogía de Unos Emigrantes Escénicos”, narra el derrotero de un estadounidense que busca en los cruces culturales con nuestra tierra una respuesta existencial acerca de su propia identidad.


Por Marvel Aguilera.

¿Qué es un hogar? ¿Acaso comparten el mismo concepto de “hogar” los que aún permanecen allí, quienes viven lejos de él y aquellos que deciden retornar? Hablar de movilidades implica pensar en cambios culturales, reconfiguraciones de las identidades. Todo hoy en día resulta contingente.

Es que convivir con personas de otras culturas nos empuja a reconstruir ciertas nociones propias para adaptarnos a determinadas comunidades. Una nueva subjetividad compartida socialmente.

Pero, ¿qué pasa cuando lo que perdemos es más que un idioma o una costumbre? ¿Qué ocurre cuando lo que se extravía es el sentido de la palabra? Cuando el silencio es la consecuencia irremediable de un extrañamiento de nuestra propia esencia, de lo que somos, de aquello que nos ha fundamentado a lo largo de nuestra humanidad.

En The Silencio Manifiesto, de Matt Wray y Felipe Rubio, un inmigrante estadounidense recorre los subterfugios de su mente para encontrar las conexiones culturales con la Argentina. En ese encuentro consigo mismo, deberá desglosar y resignificar los recuerdos de su patria natal: las palabras, saberes y valores que han edificado su identidad, que es puesta en jaque por la mirada ajena, aun en la cercanía.

“Cada parte de la narración implica un sumergirse en las arenas del choque cultural: los miedos ajenos que nos indignan y los propios que nos causan risa, lo que nos enorgullece y lo que nos exaspera”.


Desde una temprana canción a piano en la recepción del teatro, donde el decir marca la cadencia, la obra se reconoce como una pieza que va más allá de las convenciones dramatúrgicas. Los movimientos gimnásticos, los silencios, la oscuridad, las palabras grabadas que se repiten en loop. Todo es parte de una performance multidisciplinar para contar lo que no se puede decir solo con una voz hablando.

Un extranjero que no dejar de serlo aún con el paso de los años. Los estereotipos que afloran alrededor de sí. Las marcas del “primer mundo” impregnadas en el imaginario social. Cada parte de la narración implica un sumergirse en las arenas del choque cultural: los miedos ajenos que nos indignan y los propios que nos causan risa, lo que nos enorgullece y lo que nos exaspera.

Matt Wray, único actor en escena, recrea algo más que una historia de acontecimientos personales, exhibe los soliloquios de una adaptación cultural permanente. Una donde ha debido aprender a convivir en el silencio, en las confusiones, en lo que no se puede significar. Su cuerpo oficia como un espejo de los discursos que lo permearon, de las bases culturales que lo sostienen, de las alteridades que lo moldearon.

The Silencio Manifiesto es una obra que no expone el silencio desde un lugar de imposibilidad, sino de aprendizaje. Del resguardo de lo íntimo. Los recuerdos de entrecasa, las voces de tus padres, las palabras de aliento grabadas en la memoria que retumban en medio de la desesperanza.

Porque el relato biográfico de Matt, es también la historia de quienes convivieron con él y debieron aprender a relacionarse. Es la puesta en foco de los miles de extranjeros que reconfiguran nuestra identidad colectiva, modificando nuestros lenguajes, nuestras costumbres, nuestras expresiones artísticas. De aquellos que son aceptados, pero también de los que viven en el ostracismo, en medio del desprecio y la discriminación.

La puesta escenográfica de la obra resulta extremadamente creativa con poco. Desde el uso de las palabras proyectadas, los recursos espaciales, los climas sonoros y la selección de los clips audiovisuales. Todo conforma un bricolage de resortes técnicos que profundizan los estados que el protagonista atraviesa a lo largo del texto.

Una obra que, a pesar de la magnitud que implica el choque de culturas, nos cuenta una historia sencilla. La de un hombre que ha decidido aventurarse, girar su destino natural en búsqueda de un nuevo “hogar” con la que persona que ama. Una historia sobre lo que dejamos atrás: los sabores que olvidamos, los lugares que se borronean en nuestra memoria, los resquicios de nuestra antigua casa que ya no habitamos.

Felipe Rubio dirige esta obra condensando los estados de ánimo que conlleva la migración, de la sorpresa al miedo, de la ilusión a la nostalgia. Pero en donde siempre los lazos sociales son los que nos afirman a la tierra. Nos devuelven esa imagen esencial de nosotros mismos, de lo que somos a partir de los demás.

The Silencio Manifiesto es sin duda una pieza que nos habla del sentido de pertenencia, de cómo los vínculos que forjamos son finalmente los que construyen nuestros lugares, nuestros espacios. Y donde el silencio -como decía Heidegger- no siempre es carencia de lenguaje, sino una forma de atenernos a nuestro propio ser interior.

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Dramaturgia: Felipe Rubio, Matthew Wray
Actúan: Matthew Wray
Voz en Off: John Wray
Fotografía: Maia Liamgot
Asistencia técnica: Maia Liamgot
Prensa: Valeria Franchi
Producción: Embajada Efímera
Dirección: Felipe Rubio

Teatro El GritoCosta Rica 5459, CABA.
Funciones: Miércoles 21:00 hs.

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