Tras la publicación del álbum de figuritas Heroínas de la Historia, el colectivo Sintonía Demos pasó de un espacio de debate a una productora de contenidos que tiene el objetivo de concientizar acerca de la transformación social y la igualdad con perspectiva de género.
Por Mica Risiglione. Fotos Eloy Rodríguez Tale
“A Heroínas de la Historia lo impulsó el contexto histórico que atravesamos. Uno en el que mujeres y disidencias estamos luchando fervientemente por nuestros derechos”. Así, Casandra Bonilla, con sus veintiún años y una determinación de guerrera ancestral, describió el nacimiento de este álbum de figuritas que recupera grandes historias de mujeres que fueron silenciadas en libros y manuales. Estudiante de derecho y co-directora de la productora Sintonía Demos junto a Javier Katz, participa del proyecto desde noviembre de 2018.
Demos, cuya raíz proviene del griego y significa “pueblo” -razón por la cual la productora lleva el nombre como estandarte- carga ya tres años de recorrido sobre sus espaldas. Con sede en el barrio porteño de Balvanera, este colectivo está conformado por un grupo de jóvenes universitarios provenientes de distintas carreras y trayectorias que comenzaron a reunirse con el único fin de debatir y cuestionarse distintos conceptos: amor, capitalismo, género, religión,derechos humanos y post-verdad, son algunos ejemplos. Es un espacio abierto a cualquier persona que quiera sumarse, con dos únicos límites firmes e incuestionables: el neofascismo y el neoliberalismo.
“Apuntamos a concientizar a padres y madres para que niños y niñas aprendan desde pequeños que, si bien la historia fue escrita por hombres, de ella también participaron mujeres.”
“A finales del año pasado, Javier planteó la posibilidad de cambiar el esquema de trabajo. Esas reuniones impulsaron la creación de un instituto en el que hoy producimos contenido audiovisual y escrito sobre esas temáticas que siempre discutimos”, detalló Casandra.
“Heroínas de la historia” es un proyecto autogestivo, hijo de este giro que dió el colectivo de jóvenes; pensado para niños y niñas de entre 6 y 15 años, pero adquirido por hombres y mujeres de todas las edades. “Teníamos varios proyectos en mente y decidimos impulsar este como una forma de lucha, un intento por sostener derechos ya conquistados, ampliar otros y velar por su cumplimiento”, comentó Casandra. Siempre serena y segura, probó una bocanada de aire y continuó: “Queremos lograr que el Estado elabore e implemente políticas de protección y así comenzar, de alguna forma, con una transformación social, en busca de la igualdad con perspectiva de género”.
La idea a la que apunta este proyecto es a concientizar a padres y madres para que niños y niñas aprendan desde pequeños que, si bien la historia fue escrita por hombres, de ella también participaron mujeres. En este sentido, la co-directora de Demos resaltó la importancia de rescatar esos nombres y traerlos al presente, visibilizando esas luchas. Que todas ellas sirvan para transformar la sociedad convirtiéndola en una más justa, equitativa e igualitaria. Después de todo, esta es la piedra fundamental del proyecto, la razón por la cual se reunieron aquella vez primera.
Para la creación del álbum, quienes integran Sintonía Demos trabajaron codo a codo en la investigación sobre la historia de cada una de las heroínas que lo componen. Entre las más famosas, se encuentran Juana Azurduy, Eva Perón, Virginia Woolf, Alfonsina Storni, Lola Mora y Ana Frank. Los diseños de las figuritas estuvieron a cargo de las dibujantes Julieta Rojo y Luciana Ruiz y el diseño gráfico estuvo en manos de Camil Camarero quienes, si bien no son parte orgánica de la productora, son mencionadas por Casandra como si fueran parte de la familia.
“Queremos que Heroínas sea un aporte para que niños y niñas empiecen a entender la historia de otra manera. Este álbum es una forma lúdica y completamente distinta de cambiar el relato que está instalado.“
Como en todo proyecto autogestivo, la financiación de Heroínas de la historia fue, en gran medida, a pulmón. Pero también contaron con el apoyo de distintas agrupaciones entre las cuales se destacan la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Red Nacional de Mujeres, CEFEMINA (Centro Feminista de Información y Acción, con sede en Costa Rica) y distintas colectivas colombianas. Sin embargo, el aporte que más resaltó Casandra es el que realizó la sociedad en su conjunto a través de colaboraciones recaudadas por medio de la web “Idea.me”, un sitio creado para que proyectos de origen latino puedan difundirse y llevarse a cabo a través del aporte colectivo. Se nota, por el tono de su voz, que realmente es éste el empuje que le eriza la piel.
“Heroínas de la historia”, al igual que las figuritas para completar el álbum, se conseguían – en un principio- sólo en Parque Rivadavia y Parque Centenario los domingos, o en Editorial Sudestada y en Tiendita “La Copita”, todos puntos de encuentro en la capital metropolitana. El tiempo y la constancia los llevó a expandirse: “Ahora estamos también en Librería Yatay, de Haedo. De a poco vamos tratando de ampliar lugares para que todos tengan la posibilidad de acceder al álbum sin la necesidad de trasladarse hasta Capital. Con la federalización del proyecto, algo que nos pareció impresionante y nos generó muchas alegrías es haber llegado a Rosario, Córdoba y Olavarría. En breve vamos a tenerlo en Esquel también”, explicó una de las referentes de Sintonía Demos. Y agregó que, sin proponérselo, en un intento por agradecer a quienes colaboraron con la realización del álbum, enviaron un mail a CEFEMINA que fue respondido con una invitación a tierras costarricenses, con el fin de que “Heroínas de la historia” se conozca en ese país y que, quienes idearon el proyecto, participen de distintas charlas en colegios y universidades. Mientras lo cuenta, la emoción en el relato se cuela entre las palabras que pronuncia.
Casandra tiene muy claro dónde está el horizonte y no titubea a la hora de describirlo: “Queremos que Heroínas sea un aporte para que niños y niñas empiecen a entender la historia de otra manera. Este álbum es una forma lúdica y completamente distinta de cambiar el relato que está instalado. Hay que romper con el mito de que las mujeres no hicieron o no se dedicaron a determinadas profesiones o actividades. Intentamos aportar a una transformación sociocultural, principalmente, porque a través de esta herramienta es que vamos a lograr un cambio real. Me parece que es la única forma de construir una sociedad un poco más justa”. Y remató: “Este es un año electoral que va a ser muy importante y va a marcar a nuestro país para bien o para mal. Estamos tratando de trabajar con eso, analizando qué contenidos podemos crear para generar conciencia en el pueblo”.
