Poéticas

Guardianes de Szpunberg | Una poesía para buscar lo perdido

Con la publicación de Guardianes de Piatock: Miradas sobre Alberto Szpunberg, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno retoma el camino editorial y rescata lecturas de más de 20 autores sobre un poeta fundamental.


Por Ana Frandzman. Foto: Joaquín Salguero

Una lectura es una forma de acercarse, de tocar aquellos trazos por donde pasó un cuerpo, dibujando letras, formando versos. Es la marca de un encuentro fallido, posar la mirada en la estela de lo que no está.

Leer en latín quiere decir recoger, tomar. Al leer no se trata, entonces, de entender, sino de dejarse llevar por el derrotero de quien se abre en y por el mundo, con sus palabras. Poder decir algo de lo que se lee es atreverse a contar los efectos de esa colisión.

“En la poesía ocurre como en el sueño: la multiplicidad de sentidos de un texto tarda años en descifrarse y siempre aparece un nuevo significado que cada lector suele reinterpretar. Esto nos aleja de los totalitarismos” nos dice Javier Galarza en La Religión Hölderlin (Llantén, 2021) y agrega “Tal vez podamos pensar, aquí lo dejo ahora, que esto te hable a vos, me hable a mí, le hable a cualquiera”.

De que eso nos hable y que siga hablando se trata Guardianes de Piatock, una de las más recientes publicaciones de Ediciones Biblioteca Nacional. Se agencia en una delicada compilación de Judith Said, Lilian Garrido y Miguel Martínez Naón de miradas sobre Alberto Szpunberg en donde relatos, recuerdos, anécdotas, se aúnan con una selección de su poesía en la voz escrita de Horacio González, Teresa Parodi, Judith Said, Jorge Elbaum, Lilian Garrido, Eduardo Romano, Alicia Genovese, Rafael Vázquez, Susana Szwarc, Araceli Lacore, Cesar Stroscio, Eduardo Jozami, Julián Axat, Eugenia Straccali, María Malusardi, Carlos Aldazábal, Miguel Martínez Naón, Fernanda De Broussais, Juan Sasturain, entre otrxs.

Esta conjunción colectiva de lecturas hace de la ausencia del poeta, que vivió el terror, el exilio, y la distancia que debió tomar por la dictadura, una presencia amorosa. Sus guardianes logran juntxs, y la multiplicidad de sus voces no es una cuestión menor, recoger de su escritura el modo singular de trastocar los tiempos revelando en lo cotidiano aquello que se desprende, se aleja.


Seamos sensatos:
ya no se trata de sellar el agujero de la suela
sino de enmendar la huella
que va dejando sobre la nieve un hombre descalzo
.

Rabi Iojanan, el zapatero, da en el clavo (La Academia de Piatock, 2008)

Rabi Iojanan, el zapatero, da en el clavo es el poema elegido por María Malusardi. Una escritura que junta lo uno y lo otro, acorta plegando. Hace sonar la distancia muy cerca. Sus versos se arman entre el olvido y la melancolía, intentando rescatar de la ausencia un nosotros.

Que el balanceo sólo sea el del mar,
solo el del mar:
no afirmes ni niegues,
acaso es de noche
y mi cabeza descansa en el aire
cómo si el próximo viaje solo pudiera ser

del uno al otro,
entre nosotros,
otros.

Poema | (La encendida calma, 2002)

Poema I es el seleccionado por Fernanda de Broussais. La tenacidad de su pluma se afirma poéticamente en el periodismo, en la militancia y en la docencia, cuando escribe todo poema convoca a asamblea permanente, desparramando en cada letra su propia agitación. Su exilio en el Masnou, en 1977 probablemente, ha sido el más radical de los extrañamientos de un hombre que escribía yéndose y que se fue escribiendo; imprevisible y convencido como un clavel del aire.

(…)
Toda ausencia -30.000 ausencias- es mentira:
cada mirada la desmiente,
cada lágrima la refleja,
cada calle es a sus pasos
lo que la realidad es al milagro:
esta verdad nunca vista
pero siempre presente.

Poema XIV (El libro de Judith, 2008)


Así termina el Poema XIV seleccionado por Araceli Lacore. En la poesía de Szpunberg no hay verso que no recuerde que cada nombre se distingue del número, que hay un todos por cada uno, que no hay desaparición que se olvide cuando una palabra es pronunciada.

Hoy es siempre todavía escribió allá atrás para Agencia Paco Urondo; haciendo del pasado presente y del futuro actualidad. Su poesía, ese lugar al que acudir a buscar lo perdido, a encontrar memoria, y, sobre todo, a hacer el amor que sigue ronroneando como una pava en el fuego.

Guardianes de Piatock, Miradas sobre Alberto Spunzberg se presenta el martes 30/08/22 a las 18:00 hs
Sala Augusto Raúl Cortazar de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, CABA.
Presentan: Juan Sasturian, Judith Said y Lilian Garrido.



Compilación: Judith Said, Lilian Garrido y Miguel Martínez Naón.
Guardianes de Piatock. Miradas sobre Alberto Szpunberg
Biblioteca Nacional Mariano Moreno
2021

Enlace al libro

Related posts
Poéticas

Alejandro Ogando: "Hay que recobrar el concepto de lo sagrado, y eso se hace desde la poesía"

Poéticas

Agustina Villarejo: “La naturaleza es algo que intentamos capturar aunque siempre nos excede”

Poéticas

Paisajes con vacas | Sobre las propias ruinas se alza y tiene su esperanza el poema

Literaturas

Bárbara Alí: "Contar un sueño también es un acto de traducción"

Seguinos en las redes @rudalarevista Revista ruda
Worth reading...
María Malusardi: “La poesía está en lo inexplicable, si uno puede reducir un texto a una explicación ya no hay poesía”