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Liquidación Total! | Nuestras nuevas verdades

La obra de Eliana Murgia recorre a modo de diario íntimo el desdoblamiento de los recuerdos como forma de reconfigurar la propia experiencia. Una puesta que toma el elemento lúdico como herramienta para representar la memoria.


Por Marvel Aguilera.

Hay una frase de Nietzsche que dice “Esto he hecho, dice mi memoria. Esto no pude hacerlo, dice mi orgullo”. Es que la memoria, como bien creía el filósofo alemán, implica un constante proceso de reconstrucción que depende en cierta medida de los estímulos que nosotros somos capaces de poner en juego. Al recordar, nuestra mente inevitablemente se ve inclinada a modificar las experiencias, construyendo un recuerdo diferente al original. Una memoria nuestra, pero que es una huella desprendida de aquella real.

Nuestra experiencia, en ese sentido, se sostiene por detalles que van configurando un nuevo esquema del recuerdo, que nos son familiares, pero asimismo nos resultan ajenos, incluso un tanto sombríos. ¿Qué es concretamente lo real y lo construido en nuestros recuerdos? ¿Cuál es el componente de ficcionalización de nuestra realidad empírica? ¿Si acaso todo lo que recordamos es una distorsión, qué permanece de original en nuestra historia?

Liquidación Total! de Eliana Murgia es una obra que parte de un desdoblamiento para abordar los acontecimientos pasados que han hecho mella en el rumbo existencial de su protagonista. Un texto sobre cómo una construcción ficcional, a veces, termina siendo más representativa para nuestra identidad que los propios hechos vividos.

“Con una iluminación que pone el énfasis de la ruptura en las actrices, la obra camina por los bordes del humor, pero desde el tinte de la nostalgia, de un pasado donde las marcas no solo eran siglas sino enlaces con una forma de ver la vida”.


Una mujer decide recorrer a modo de diario íntimo los diferentes sucesos que marcaron su vida. El encuentro y la ruptura con su novio, los años escolares donde se destacó en danza, la educación sentimental mamada de los imperativos de su madre. Cada resquicio de su memoria es abierto a través de diferentes objetos: ropas que la trasladan a un ejercicio memorístico (una toalla de Messi, unos auriculares, el saco elegante de su madre) para lograr dar cuenta de lo que realmente pasó o no en su tejido histórico.

Sin embargo, para ello decide invocar a una doble, una actriz que la interpreta a ella misma en ese camino revisionista de sus recuerdos. Una original y una copia, en donde una de ellas buscará recalcular lo vivido para darle otra relevancia a su trayecto. ¿Pero cuál de ellas es la verdadera y cuál es la copia? ¿Dónde está la mentira cuando la verdad es una suma de ellas?

En el derredor del brillo mercantil de los años noventa, los recuerdos de juventud afloran como destellos de una era en que todo se vendía; desde ropas importadas hasta empresas de servicios. Los colores chillones y el eco pop de los Backstreet Boys acompañan un derrotero de desaires emocionales, con un novio apático y una madre autoritaria, que retratan un cruce de sensibilidades apócrifas, de prestigios respaldados por marcas y de espectacularización de los vínculos.

Nina Horowitz y Eliana Murgia despliegan una actuación en constante movimiento, jugando con la improvisación y la cuarta pared, mutando en personajes y situaciones que se repiten con pequeñas grandes modificaciones. Una mímesis de ellas mismas, casi como en un engaño voluntario para acallar las voces sobre elecciones pasadas. Y que su vez funciona, para los espectadores, como una representación lúdica sobre lo que es azaroso o no en la obra.

Con una iluminación que pone el énfasis de la ruptura en las actrices, la obra camina por los bordes del humor pero desde el tinte de la nostalgia, de un pasado donde las marcas no solo eran siglas, sino enlaces con una forma de ver la vida; la televisión como un espacio de farandulización de lo íntimo, y lo íntimo como una alegoría de una era de soledades maquilladas por el glamour.

En ese mix ingenioso de representaciones, la obra escrita y dirigida por Eliana Murgia plantea casi una pregunta retórica acerca de la importancia de los simulacros, de las resonancias sobre un mundo que no terminamos de comprender. Porque, como decía Deleuze invirtiendo la teoría de Platón, las verdades se construyen constantemente, no son meras reproducciones de algo inmanente que perdura en el tiempo.

Liquidación Total! es una pieza que remite al pasado, pero a través de un presente que nos sumerge en una realidad desdoblada: de inteligencias artificiales, filtros, CGI’s y robotización. Un contexto que nos lleva a la reflexión sobre lo que hay de voluntario en nuestra pérdida del sentido de identidad, y también, sobre lo que somos con lo que han hecho de nosotros.

Ficha Técnica artística

Actrices: NINA HOROWITZ y ELIANA MURGIA 
Vestuario: ANA RIVOIRA
Diseño de luces: CAROLINA ROLANDI
Diseño de espacio: JOSE ESCOBAR
Colaboración en danza: MIGUEL VALDIVIESO
Coreografía BSB: DAHYANA TURKIE
Colaboración escénica: FIORELLA COMENETTI
Reversiones y remixes: Punchi Puncho HERNÁN VACHE y ALESSIO TIRACCHIA
Fotografía: CARMELA TITO
Producción artística: TEATRO TESORO
Producción ejecutiva: CAROLA PARRA
Asistente de dirección: SARA RISOGLIO 
Texto y dirección: ELIANA MURGIA

El Taller de OmarFitz Roy 1245, CABA.
Función: Sábados 21:00 hs.

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