Poéticas

Esteban Moore | Poeta de las pequeñas (y las otras) cosas

La antología poética al margen de la noche, publicada por HC Editores, recoge la fibra identitaria del poeta argentino a través de versos que fortalecen el poder de la palabra, el diálogo, la cultura popular, y las sensibilidades más propias de la condición humana.


Por Matías Carnevale.

La obra de Esteban Moore (1952) es amplia, variada y se ha sostenido en el tiempo, corriendo por aguas subterráneas, con ocasionales reconocimientos de la crítica en los medios del mainstream. Su primer poemario apareció en 1982, en el crepúsculo de la última dictadura. Sus libros de los ochenta y los noventa fueron publicados por pequeñas editoriales ya extintas, con la consiguiente dificultad para encontrarlos, pero podemos hallar sus poemas y traducciones de obras ajenas en revistas como Buenos Aires Poetry, Hablar de poesía y Diario de poesía, entre otras tantas del país y el extranjero. Por fortuna, Alción editora, de Córdoba, ha publicado sus poemas y traducciones más recientes.

En 2023 el escritor y periodista Demian Paredes realizó, para HC Editores, una selección titulada al margen de la noche. Del prólogo de Paredes bien vale destacar un fragmento: “Ante tanta ‘memización’ audiovisual, like/’me gusta’ y emojis, ante tanto ruido y grito hueco, narcisismos y aislacionismos, la poesía no renuncia a sus polifacéticas capacidades y poderes. Se constituye, toma la palabra, y se ofrece a la lectura, al intercambio y al diálogo, base y fundamento para una verdadera cultura”. Escribo estas notas saliendo de un estado de convalecencia, de manera que concuerdo con cada letra.

Los versos de Moore son deleitables: van de lo minuciosamente cotidiano a las reflexiones sobre la amistad, la naturaleza, el campo y la ciudad. El repertorio de temas no se agota aquí, no obstante. Ha dedicado poemas (y un libro de artículos, Reunión de extraños, de 2020) a los cafés y bares de Buenos Aires, como por ejemplo “El café”, calles silenciosas/conducen al café/del solo última casa en luces//allí el solitario/en compañía de sus recuerdos/y copa y humo y música y humo/se envuelve de nostalgia/para dibujar en el aire días posibles… o “Los amantes”: Se han reunido después de varios años/y conversan y continuarán haciéndolo sentados a esa mesa/que aún los separa como un océano o un continente/o un desierto//La mesa lustrosa, gastada/de un viejo bar en la esquina de un barrio perdido/sobre la cual flotan las palabras que registran el pasado dolor/las pequeñas traiciones de la carne//.

Bien podrían trasladarse estos versos como letra de un blues argentino, en una digna continuación del estadounidense. Pienso que a La Mississippi o al fallecido Adrián Otero, de Memphis, le hubieran encantado.

“Los versos de Moore son deleitables: van de lo minuciosamente cotidiano a las reflexiones sobre la amistad, la naturaleza, el campo y la ciudad”.


Hay una cualidad anfibia en la obra de Moore que tal vez refleje la condición de descendiente de angloparlantes: nacido en Buenos Aires pero criado en Lobos, tierra de Juan Moreira y Perón. Navega entre las aguas del sur argentino y la poesía beat y norteamericana en general. Se perciben ecos de E.E. Cummings, especialmente en el uso idiosincrático de la puntuación; Raymond Carver, por una tendencia al minimalismo y al uso de sustantivos concretos; o el propio Jack Kerouac, por una celebración vitalista de la existencia, como podemos ver en “Asado en la Barra de Maldonado”. Recordemos que Moore fue invitado a la Universidad Naropa en 1990, donde conoció a Allen Ginsberg y lo ayudó a traducir a Nicanor Parra al inglés.

Echando mano a una operación alquímica, Moore ha sabido combinar lo excelso—el arriba—con lo abyecto—el abajo—, algo ya sugerido en el título de su poemario Providencia terrenal (1983). En “A rumbo abierto” (2019), leemos: todo esto recuerdo mientras observo los buques/que navegan lentos contra la corriente/y celebro en silencio:/el buen sol—la brisa suave—el vino fresco/–la palabra mar, mientras que en “Las promesas del día” (del poemario homónimo del mismo año) nos encontramos que La ciudad ya se entrega a la soledad de la multitud, /en las calles—restos de comida/–botellas/–basura/ el penetrante olor de la orina, de la mierda/tan humanas.

Por otra parte, Moore se vale, al igual que el mejor Eliot, de alusiones a la religión de la India, en “in vitro” (1994) con ramakrishna y krishna, o en “Instantáneas de fin de siglo” (1999), donde nos encontramos con bhutas—fantasmas.

“Hay una cualidad anfibia en la obra de Moore que tal vez refleje la condición de descendiente de angloparlantes, nacido en Buenos Aires pero criado en Lobos, tierra de Juan Moreira y Perón. Navega entre las aguas del sur argentino y la poesía beat y norteamericana en general.”

La cuestión identitaria también está en la obra de Moore. Es notable la presencia de figuras representativas de la cultura argentina como Borges y Gardel, por ejemplo “crónica” (1987), “en buenos aires borges inaugura su ceguera/recorriendo los desvastados anaqueles de una biblioteca pública”, “in vitro”, o “Tarde a la americana” (2019). Ser un escritor argentino y no invocar a Borges es como escribir las Mil y una noches y omitir al camello. De las citas sobre el zorzal criollo, bien vale leer “Pruebas al canto” (2019), que relata un debate espontáneo entre argentinos y uruguayos por la nacionalidad del cantor que, como todos sabemos, era francés.

Al poeta lo ocupan las referencias cinéfilas: en “Los cines” leemos que por la acción de un cura “que nunca ocultó sus inclinaciones por el cine clase B” un joven crece al ritmo de las películas y la realidad argentina, mientras que en “Tarde americana” nombra a Peter Coyote, actor con una voz discernible—aparece en varios documentales dirigidos por Ken Burns—y anarquista fundador de la comunidad contracultural de los Diggers en la San Francisco de mediados de los sesenta. Como Moore, Coyote también ha sido un gran lector de los beats.

Quisiera cerrar este texto con la recomendación de tres poemas de la antología que, a mi parecer, el lector no debería pasar por alto: “Del mundo”, “‘Mirá eso, pronto no lo volverás a ver’”, un punto altísimo de la selección, y “Extensión”, un haiku campero de impecable factura.



Esteban Moore
Al margen de la noche
HC Editores
2023

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