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Ferdydurke: Cuatro actrices que recorren lenguajes, masculinidades y formas lúdicas

Hablamos con Lucrecia Aguirre, Lujan Bournot, Natalia De Elía y Milagros Plaza Díaz, protagonistas de la obra dirigida por Alejandro Radawski que resignifica un clásico moderno y pone en debate la opresión, el deseo y las masculinidades.


Por Pablo Pagés y Marvel Aguilera.

Witold Gombrowicz solía decir que los problemas capitales de Ferdydurke eran la inmadurez y la forma. Y es probable que ello sea lo que impulsa centralmente esta obra de Alejandro Genes Radawski. Sin embargo, la particularidad fundamental de esta pieza tiene que ver con su elenco. Cuatro actrices, artistas en el sentido amplio, que absorben la hilaridad, la inteligencia, la picardía y el absurdo del escritor polaco, impregnando a los protagonistas con una impronta propia, criolla, aporteñada, auténtica y vivaz. Unos más compadritos, otros más perversos, algunos de ellos ilusionados con hallar el amor en medio de la incertidumbre social y el resquebrajamiento de los valores identitarios.

Natalia De Elía, Milagros Plaza Díaz, Luján Bournot y Lucrecia Aguirre son las intérpretes de esta obra en la que el compromiso actoral, multidisciplinar y cercano con el público, construye una atmósfera lúdica, donde adolescencia y madurez se estrechan en un límite frágil, relativo. El lenguaje aparece en todas sus facetas, desde los neologismos hasta las canciones que ofrecen una porción de sensibilidad en medio del caos de personajes que cruzan, cambian, mutan y divergen en escena.

Hablamos con ellas sobre este trabajo tan potente y particular que resignifica un clásico moderno y pone en debate la opresión, el deseo y las masculinidades.

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Ferdydurke pareciera tener esta crítica hacia las masculinidades pero de formas muy sutiles, hilarantes e ingeniosas. ¿Cómo ha sido preparar estos papeles siendo mujeres y qué creen que le aporta ese hecho a este tipo de crítica?

Lucrecia Aguirre: Creo que siendo mujeres, y por cómo está planeada la puesta, se ven remarcadas estas críticas hacia ciertas masculinidades, ya que a veces nos toca vivirlas y, por otro lado, que escénicamente se vea que somos mujeres representando estas masculinidades es ya una imagen clara de crítica, ya que no somos eso que mostramos y creo que cobra mayor impacto.

Milagros Plaza Díaz: Creo que no se puede dejar de tener en cuenta que el autor de la novela es Gombrowicz. La obra en general es una crítica a ciertas concepciones rancias y anquilosadas de ver el mundo. Creo que Gombrowicz vivía con libertad y se tomaba ciertas libertades, no estaba tan atado a imposturas sociales. Personalmente, encarnar personajes masculinos, más allá del criterio estético planteado por el director, yo lo hice desde el lugar del permiso, y parafraseando al propio autor “buscando la forma propia”. Siento que me aportó eso, la posibilidad de expresar desde un lugar casi paródico formas masculinas socialmente impuestas y muchas veces poco auténticas.

Natalia De Elía: En mi caso, no preparé el papel siendo plenamente consciente de que interpretaba a un hombre ni buscando recoger esta crítica que aparece en la obra de Gombrowicz. Y creo que lo genial y maravilloso es que esos textos, recorridos a conciencia y con el cuerpo presente, es que llevan instintivamente a esos lugares que Gombrowicz imaginó.

El trabajo que hacen de cambio de vestuario y personajes es impresionante, pero va más allá de la ropa, tiene que ver con la caracterización toda. ¿Hay algo lúdico que mueve este tipo de trabajos actorales?

Lucrecia: El cambio de vestuario fue personalmente en los comienzos de los ensayos lo que más me costaba. Al ser tan rápido y en un espacio tan reducido, se vuelve un momento privado para nosotras, donde conectamos y a veces nos reímos de los malabares y posturas que hay que hacer, nos ayudamos y nos mantiene con ese shot de adrenalina constante, y en el público que no ve qué sucede, genera esa magia y expectativa. Como una caja de Pandora de donde puede salir cosas inexplicables.

Luján Bournot: El poder lograr los cambios de vestuarios de manera tan ágil como así también entendiendo que ese nuevo vestuario representaba un nuevo personaje, fue muy duro de conseguir con la “soltura” que se puede ver hoy. Y está encarada desde un lugar lúdico al 100 %. Sería prácticamente imposible, por la velocidad en la que transcurre todo, poder generar una creación de personaje desde este lugar más poético con el que solemos hacerlo lxs que nos dedicamos a actuar. Cada personaje es único y real. Y viene a presentar su verdad. La idea desde el momento uno fue jugar, jugar sin caer en los estereotipos que los personajes nos tientan a caer. Y jugar, es algo que personalmente creo que el actor olvida al ir adquiriendo más herramientas de trabajo. Por eso es como volver atrás y recordar esas clases de entrenamiento teatral donde el objetivo era jugar y nada más que eso.

Milagros: Para mí es la adrenalina pura, el vértigo y la necesidad imperiosa de no desconcentrarme ni un segundo, si no pierdo. Es a todo o nada. Si algo no salió en su tiempo justo, siento que perdí el juego, lo vivo como una frustración personal, eso me genera mayor desafío y me divierte. La estructura de la adaptación al teatro responde a un mecanismo de reloj, eso me cautiva.

Natalia: Siempre. No hay otra forma de transitarlos que no sea de forma lúdica. A mi no me toca en esta obra porque interpreto siempre a Pepe, pero disfruto de ver a mis compañeras en ese estado camaleónico que aún hoy me sorprende y me divierte.

La obra, más allá de la puesta del texto, valoriza esta noción del teatro como espectáculo generando una constante interacción con el público. ¿Cuál es la idea de la representación teatral que tiene en este sentido y cómo han trabajo esta dinámica?

Lucrecia: El teatro es de por sí un espectáculo en vivo y en directo y además si el público se incluye, lo hace más vivo e impredecible aún, por más que esté ensayado, lo que aporta ese encuentro siempre nuevo lleva a la obra a distintos lugares dependiendo de las reacciones del público. Y además nos pone a las actrices en un lugar de constante presente. 

Luján: Una representación artística debería ser siempre un espectáculo. Donde cada detalle, luces, escenografía, vestuario, utilería y hasta el público, forman parte de ella. Hay que ser consciente de que al hacer partícipe al público algo o todo puede salir muy mal. Y eso genera una adrenalina extra y maravillosa. Y también una concentración total por parte de nosotras.

Milagros: La propuesta de interpelar al público va para mí es provocar al espectador de la misma manera que provoca el autor al lector.

Natalia: La interacción con el público aporta algo fresco en cada función porque hay una adrenalina sobre aquello que no está controlado con los ensayos, con lo que no está pautado. Hacer parte al espectador lo involucra mucho más con lo que está pasando, lo pone en un lugar activo que definitivamente genera una reciprocidad con nosotras que se siente viva en cada función.

“Una representación artística debería ser siempre un espectáculo. Donde cada detalle, luces, escenografía, vestuario, utilería y hasta el público, forman parte de ella (Luján Bournot)”.


La música es una constante en las obras que dirige Alejandro. ¿Cuál es su relación con la música y por qué creen que es valiosa su mixtura con lo teatral?

Lucrecia: Le da originalidad a ciertos momentos de la obra, es inesperada y sorprende. La música es como la luz, puede cambiar el sentido de una escena. Y como es usada en esta obra, es exactamente así.

Luján: Es un aporte más a la presentación en su totalidad. Suma, genera otros climas y consigue este espectáculo, un poco de lo que hablaba en el punto anterior. No es indispensable, pero sí potencia el trabajo total.

Milagros: Las puestas suelen tener un contenido de un fuerte compromiso, la música es un respiro placentero.

Natalia: Para mí, lo interesante en las puestas de Alejandro no es el uso en sí de la música, sino el cómo está utilizada. Nunca es música ambiente. Cada canción, cada nota, cumple un rol fundamental para contar la historia. En Ferdydurke la música le aporta al espectáculo, le aporta a la historia y hace lo propio con nosotras. La vida está musicalizada, hay que tomarla muy en serio.

¿Hay algo que sienten que han potenciado a partir del trabajo con Alejandro Radawski, tanto de forma individual como al equipo de trabajo?

Lucrecia: Aportó mucho en mí su visión artística y el estilo de puesta y código teatral que genera Alejandro. Conecto mucho con el estilo de puesta y hasta su forma de escribir. Me influyó mucho como actriz e inclusive como escritora. Su estética y dinamismo, la forma actoral de contar algo, lo que se está mostrando y lo que realmente atraviesa la escena, que siempre es intenso y fuerte, lleno de matrices que no dejan caer nunca la obra y te sorprenden constantemente.

Luján: Sin duda sí. Personalmente, venía de un teatro más realista y fue un golpe duro entender la manera de trabajar y lo que proponía Alejandro. Fue pasar por mucha frustración y a veces hasta sentir “no puedo hacer esto”. Luego de muchos años de trabajo con él (aunque a veces también me encuentro en esas mismas situaciones) fue entender que es volver un poco al origen del por qué hacemos esto. Jugar, jugar y jugar. Jugar con verdad es la clave. Y disfrutar lo que se está haciendo. Es un crecimiento constante como artista. Nunca se sabe que pasará en “la próxima puesta” y eso también es muy cautivador.

“En Ferdydurke la música le aporta al espectáculo, le aporta a la historia y hace lo propio con nosotras. La vida está musicalizada, hay que tomarla muy en serio (Natalia De Elía)”.

Milagros: Aprendí a correrme de mis lugares conocidos y cómodos de actuación para indagar en otros estilos, en “otras formas nuevas”.

Natalia: Sí. Definitivamente. Alejandro es un director que te hace indagar hasta el fondo y logrando sacar lo mejor de tu ser artista. Hasta aquello que no creías que podías hacer. 

Cómo prepararon hacia su viaje a Polonia el hecho que los diálogos van a ser traducidos, siendo que esto genera una concentración en el público por leer y ver el espectáculo, sin lugar a dudas tuvieron que bajar un cambio en los tiempos de la actuación para que el público pueda comprender la puesta. ¿Cómo lograron este desafío sin perjudicar la intensidad que la puesta tiene y sin bajar las velocidades que llevan en este trabajo?

Lucrecia: Fue cambiar en cierto modo el ritmo de la obra, que es particular, ya que tiene esa musicalidad dinámica y más veloz. Fue encontrar otros matices y características diferentes en los personajes y los textos que comenzaron a cobrar otro peso. Fue difícil. Otro desafío más. Es que en esta obra nunca se terminan los desafíos. Estamos siempre en movimiento y aprendiendo. Es una obra viva.

Luján: Fue un nuevo desafío. La obra la hacemos hace muchísimo tiempo, por ende fue un trabajo duro sacarse el chip y volver a mirar la obra tratando de hacerlo como si fuese la primera vez. Lo logramos con ensayos, con la mirada de Alejandro señalando por dónde ir y con el equipo unido. Fue fundamental conversar con las chicas, volver a entrenar, volver a probar. Experimentar y entender que era un nuevo Ferdydurke.

Milagros: Así como lo decís, bajando un cambio pero sin perder de vista que “el viaje” de esta obra es el ritmo. Si decae, se cae. La ensayamos y la fuimos puliendo en estas cuatro funciones que estamos haciendo en Area623 antes de emprender este maravilloso viaje.

Natalia: Sigue siendo un desafío, pero uno lindo. Como decís, tuvimos que bajar un cambio sí, pero no se trata solo de eso, sino de empezar a indagar otras formas en las que, estos mismos personajes, transitan las mismas situaciones. De esta forma, la intensidad se mantiene, solo que se vivencia desde otro lugar.

Ferdydurke va a estar presentándose en diferentes ciudades de Europa, incluido el Festival Internacional Gombrowicz de Polonia. Las funciones serán:

MADRID – ESPAÑA
Viernes 7 de octubre, 20:30 hs.
Espacio Orquesta de Barrio
c/ Aguas, 1, 28005 Madrid.

RADOM – POLONIA
Del 8 al 15 de octubre
Festival International Gombrowicz
Teatr Powszechny. Jan Kochanowski

VARSOVIA – POLONIA
Domingo 16 de octubre
Teatr Druga Strefa
Magazynowa 14A

BARCELONA – ESPAÑA
19 y 20 de octubre
Teatro Casa dels Contes
Carrer de Ramón y Cajal 35

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