Poéticas

El corte argentino | La cosmogonía poética de Juano Villafañe

El corte argentino, publicado por Ediciones en Danza, es el más reciente libro del poeta y director artístico del Centro Cultural de la Cooperación, Juano Villafañe, y reúne las voces que construyeron su cosmogonía poética. El miércoles 19 de mayo a las 19 hs se presentará en un evento virtual con transmisión en vivo por YouTube y Facebook. Incluirá videopoemas con la participación de destacados actores culturales y una charla con el autor.


Por Pablo Pagés. Foto Dante Fernández

Juano Villafañe logra en este libro atrapar quizás la arquitectura elemental que lo sostiene. Originario de una familia en la que se respiraban todas las maneras de expresión sensible, su vida está cruzada por una serie de personalidades que recuerda y coloca en esta suerte de puzzle donde las piezas que lo dejan frágil y generoso se diluyen ante la existencia y el tiempo.

El corte argentino es un evento que desafía los silencios de este momento de tragedias. Una obra que organiza con mucho tiempo una presentación e involucra una serie de voces de varias de las personalidades que forman parte del medio artístico. El libro se define como una entidad que manifiesta su ser con absoluta conciencia de sí mismo. Con una intensidad parafraseada en citas como la de Borges: “El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges.”

El corte argentino no es una metáfora imposible de ciertos rasgos sociales dentro de una historia con los cuales formar una idea de nuestro ser nacional. Tampoco es una exposición de recuerdos y nombres que han  formado parte de un corte latinoamericano. Creo, más bien, se trata de reconocer las partes que integran la cosmogonía de un poeta. Es crudo y visceral pero también liviano y preciso. No pierde altura ni profundidad ni tampoco abusa de estos contrastes. Se mantiene en un equilibrio gimnástico donde su prosa y las elecciones de otras forman el andamiaje sensible que sostiene al poeta en sí mismo, en su vida, existencial y poética.

Una distinción merecida por todas las voces que ha logrado silenciar estos tiempos donde las pestes nos colocan con una velocidad aterradora en los límites de 1984 de Orwell.  ¡Qué patético destino!

El corte argentino trata de reconocer las partes que integran la cosmogonía de un poeta. Es crudo y visceral pero también liviano y preciso. No pierde altura ni profundidad ni tampoco abusa de estos contrastes”.


Nosotros, los artistas, necesitamos nuestro espejo, nuestro público, como también los tomatazos y los abucheos. Somos una especie que no tolera la mediocridad sin fundamento y ese apetito por las amistades, el vino, el juego, los vicios y la noche anterior al día. Al diablo con la normalidad. Solo existe un Dios y nosotros, solo existe lo performativo y la complicidad por el estallido minucioso de revoluciones por respiro.

Creo entender, algo de esto decía Humberto Constantini, que un libro de poesía solo consta de dos o tres poemas que lo definen y por las cuales se puede entrar a los sentidos epidérmicos y existenciales del autor en cuestión. Los invito a buscarlas.

En cuanto a las voces del campo cultural que reúne me sumo a Horacio González y confieso ser una persona media melanco y pesimista. ¿Pero no es acaso el pesimismo o la melancolía dos sentimientos que nos hermanan?  ¡Es imposible la felicidad sin la belleza del otoño!

Por otro lado, Dubatti habla de cartografías, Borges hacía una extensa definición de la imposibilidad del mapa en este manto terrestre. Pero seguramente este libro aporta indicios hacia un humilde mapeo de estas palabras que se necesitan para trascender nuestro principio. Luisa Valenzuela parafrasea a Baudelaire. En estas latitudes y campos epistemológicos las citas son certeras cuando traen una referencia o sentido o pequeña parte del todo. No lo sé, pero que hermosas son cuando se las sostiene sobre los versos elegidos. Y Teuco Castilla afirma su opinión personal, que dileta sobre la metáfora infinita.

“La clave de este libro: redescubrir la propia existencia desde el asombro, asombro por lo que ha sido, por lo que es, y por lo que será cuando solo continúen hablando las palabras”, dice Carlos Aldazábal. Shakespeare rompe sus moléculas cuando Hamlet ve esa calavera y tira papeles sobre la nobleza como si fuese un pasatiempo de los que se refugian en el poder, los cargos ministeriales o un reducto de lectores que se benefician con una renta que siempre está al candor de la demanda.

Trabajo por entender el de los artistas. Y en ese sentido, Juano Villafañe habla de sí mismo a través de las voces de otros en este momento tan críptico, donde los abrazos, dejan una sensación de riesgo. Juano se atreve a pulverizar estos temores hablando de sí mismo y floreciendo en otros. Un brillante trabajo.



Juano Villafañe
El corte argentino
Ediciones en Danza
2021

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