Literaturas

No es posible leer dos veces a un mismo filósofo

La editorial Cactus publicó en su serie Occursus una colección de ensayos del filósofo Gilles Deleuze acerca del pensamiento del mítico Friedrich Nietzsche, publicados originalmente en los años ’60. Relecturas desde el colectivo.


Por Julieta Bugacoff.

Pocos años antes del Mayo Francés, Nietzsche y la filosofía, de Gilles Deleuze, hacía furor entre los estudiantes franceses. Para ellos, la lectura de aquel libro de tapa dura fue la encarnación del mito del eterno retorno: sesenta años después de la muerte del filósofo alemán, sus escritos habían cobrado un nuevo sentido colmado de aires revolucionarios.

Sorprendidos por el éxito de la obra, los editores franceses le suplicaron a Deleuze que colaborase en una colección de introducción a la filosofía. Es en este contexto que surgieron los textos publicados por la editorial Cactus. Se trata de una compilación que incluye cuatro ensayos y seis extractos seleccionados por el pensador francés.

En el primer ensayo del libro publicado por editorial Cactus, Deleuze determina que la tarea del filósofo “del porvenir” consiste en explorar viejos mundos, simas y cavernas, y en base a eso, crear a partir de una esencia olvidada. Podemos imaginar que, para el autor, la experiencia de escribir sobre la obra de Nietzsche fue similar a la de visitar a un viejo amigo después de muchos años. Los rasgos que no han cambiado son prácticamente escasos, mientras que la mayoría de los atributos fueron alterados por el paso del tiempo. Reflexionar sobre el pensador alemán implicó poner en tela de juicio el pensamiento propio y, a la vez, interrogarlo a partir de los paradigmas propios de la Francia de posguerra.

Poco tiempo después de publicar Así habló Zaratustra, Nietzsche declaró que Heráclito era el único de los filósofos griegos con el que se sentía identificado. Ambos autores, separados por varios siglos, compartieron varias cosas en común: los dos se sintieron atraídos por la escritura aforística, detestaron a sus contemporáneos y, de alguna forma, reivindicaron la seriedad propia de los juegos infantiles. En este sentido, la acción de reinterpretar a Nietzsche obedece siempre a una lógica heraclítea: “En los mismos ríos entramos, y no entramos, ya que somos y no somos los mismos”.

Para Nietzsche, la inteligencia de un hombre podía medirse en su capacidad de síntesis. La compilación de textos publicados por Cactus es una puesta en práctica de esto: constituye un abordaje simple y didáctico que logra, en pocos minutos, cautivar al lector. En síntesis, el libro de Deleuze es una demostración empírica de que -al contrario de lo que se afirma en las élites académicas- la filosofía sí cabe en un viaje en bondi.


Gilles Deleuze
Nietzsche
Cactus

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