Vértices

La Biblia Psíquika: la magia como meta del arte

En 2020 se publicó en Argentina La Biblia Psíquika (Caja Negra), un libro que reúne los documentos principales de una sociedad oculta surgida en Reino Unido en los 80 que buscaba expandir la mente y desprogramar la realidad a través de la magia y el arte.


Por Alan Ojeda.

La meta más alta del arte es la magia. Si alguien hoy dice lo contrario, será porque lo hemos olvidado en el camino de hacer de nosotros mismos un espectáculo del que no somos dueños. Distinto era en el siglo XIX, cuando Sarmiento, en su Facundo, decía: “¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secreto: ¡revélanoslo!”. Sarmiento aspiraba que su prosa rozara lo mágico. Crowley dijo, alguna vez, que la magia se trataba de provocar efectos a voluntad. ¿Qué otra cosa es el arte? Sin embargo, en esa idea queda algo suelto ¿Para qué generar efectos? La Biblia Psíquika de Génesis Breyer P-Orridge, recientemente traducida por Juan Salzano y editada por Caja Negra nos da una respuesta: para resistir.

Génesis, responsable del colectivo artístico COUM Transmissions y las bandas Throbbing Gristle, Psychic TV y Thee Majesty, concibió su obra con un único fin: promover la resistencia, provocarla, tanto sobre sí mismx como sobre otrxs. Desarrollar la individualidad, reconectar al cuerpo y la mente con sus potencias, liberarse del control que el poder del sistema produce sobre la sexualidad, el intelecto y nuestra percepción del mundo; éstas eran para Génesis una urgencia. En este terreno es que se desarrolla una particular reapropiación de la tradición mágica. Se está acorralado, entonces ya de nada sirven las órdenes que se reunían en salones victorianos con capas, haciendo rituales en la comodidad y la soledad de los castillos y mansiones. Es necesario trabajar en el plano de la micropolítica, de la tribu y de la manada. Alianzas intensas, antes que nada. Así surge el Templo de la Juventud Psíquika [TOPY]. Un nuevo contexto de emergencia requiere nuevas tácticas mágicas de combate. Lo que está en disputa es la vida.

El Templo es pragmático y ecléctico. No esencializa, no busca formas estáticas para sus prácticas. Su fin es devolverle al individuo su poder sobre sí mismo. Los rituales no surgen de ningún dogma sino de un plan de experimentación continua. Cada individuo que forme o desee formar parte de TOPY deberá comprometerse lo suficiente como para encontrar sus propios métodos mágicos. Lo que llega a nuestras manos de parte de Caja Negra, con la traducción del poeta, perfórmata, ensayista y brujo Juan Salzano, son los documentos que registran ese trabajo dinámico y continuo.

TOPY retoma elementos de la tradición mágika de Crowley, de la Magia del Caos de Austin Osman Spare, y de la visión de Burroughs sobre el control y el lenguaje. Aquellos que hayan leído La revolución electrónica de William Burroughs o que hayan transitado varias de sus ficciones paranoicas, habrán visto el lugar central que ocupa en el pensamiento del autor la idea del Control. La realidad en la que vivimos es producto de una producción continua de imágenes y sonidos. Aquellos que poseen el dominio de esos medios construyen la realidad. Apropiarse de los medios técnicos de la producción de imágenes y sonido es el primer paso para la lucha. Sin embargo, esto no es suficiente. No basta con reproducir imágenes y sonidos nuevos, distintos. Destruir el Control no es el resultado de una simple lucha de imágenes, sino de la amplificación y el despertar de los poderes psíquicos de los individuos. Para que eso suceda es necesario interrumpir el flujo actual del tiempo, de la transmisión del Control. Es en este punto en el que la magia(k) y los sigilos cumplen un rol fundamental como reorganizadores de la percepción y la subjetividad.

La práctica de diseño de sigilos no se limita a símbolos, como lo podemos ver en los antiguos textos esotéricos o los no tan antiguos manuales de esoterismo moderno como Western Mandalas of Transformation, de Soror A.L o Práctical Sigil, de Frater U∴D∴. El sigilo se transforma en TOPY, en una versión adaptada a los tiempos que corren: un ritual, una performance, un montaje audiovisual pueden hacer las veces de un sigilo. Lo importante es la forma en la que esa producción, esa forma, sintetice y condense una voluntad, una dirección. El sigilo surge de y provoca un corte en la percepción del tiempo propio de la realidad consensuada. El brujo es aquel que es capaz de poner en funcionamiento esa máquina de cut-up perceptiva, su seriedad en la observación y en la detallada construcción del sigilo surge de un plano de experimentación que ha construido para sí y para lo que ha requerido un gran nivel de autoconsciencia de su lugar en el espacio-tiempo, de su relación con los mecanismos de control y el funcionamiento de los mecanismos técnicos a disposición. Como decía el joven Rimbaud en las Cartas del Vidente: “[…]si lo que trae de allá abajo tiene forma, él da forma; si es informe, lo que da es informe. Hallar una lengua.”

“Las manadas carecen de estructura. La afinidad es una cuestión de afecto, un feedback intenso entre individuos que comulgan con una forma-de-vida particular, que están unidos por una potencia con una dirección común.”


La tribu está en todas partes

Que el árbol no tape el bosque y la admiración no nos aleje del objeto. Aquello que ahora leemos como algo lejano, como un acontecimiento contracultural en el arte, aún tiene sus efectos. La manada sigue activa. A diferencia de las construcciones jerárquicas (que necesitan de órdenes y de una máquina burocrática que mantenga estable las relaciones y que mantienen el poder anulando la circulación de las potencias afectivas dinámicas de la interacción de sus integrantes) las manadas carecen de esa estructura. En las manadas la afinidad es una cuestión de afecto, un feedback intenso entre individuos que comulgan con una forma-de-vida particular, que están unidos por una potencia con una dirección común. Los integrantes de una manada se relevan, intercambian posiciones e introducen nuevos actores sin perder su funcionamiento. Es por eso que TOPY no ha muerto y se ha transformado.

En Argentina existe, desde hace casi dos décadas, la Escuela Alógena (EOA). Su creación, en 2002, por las manos de Nakhar y Patricia Jawerbaum, contó con el discurso inaugural del escritor argentino Héctor Libertella. Este acontecimiento abrió, en nuestro territorio, un nuevo espacio de experimentación de arte y brujería. Dos años después el proyecto derivaría en el establecimiento de la Estación Orbital Alógena a cargo de Nakhar y Patricia, que sostienen y gestionan el espacio hasta el día de hoy. Desde su creación, la EOA ha funcionado como un centro de producción poética, praxis alquímica, estudio de magia ritual y tradiciones esotéricas, de producción de eventos culturales y editorial (Allox).

La EOA no se mueve ni en contra ni a favor de la producción hegemónica, sea cual sea. La EOA es, como lo dice su propio nombre, “alógena”. Proviene de afuera, orbita como un extraterrestre. No comulga con dogmas, desconoce totalmente las estructuras que procuran la exclusión de teorías e ideas en detrimento de la praxis. Disyunción inclusiva como fundamento y conspiración pneumática como eje de las relaciones. Al igual que TOPY, la EOA no se identifica sólo a una locación sino a una forma de producción, a una práctica, a una forma de respirar-juntos. La EOA, como TOPY, es una conspiración, terrorismo esotérico frente al anquilosamiento perceptivo que ha alejado a la producción artística de su espacio ritual y de su religación con el mundo: arte ritual, arte geomórfico, arte alienígena y alógeno.

En la EOA han ocurrido los eventos culturales que no tenían lugar en ningún lado luego de la tragedia de Cromagnon: bandas, poetas, performances, rituales mágicos colectivos, presentaciones de libros multitudinarias. Juan Salzano es justamente uno de los integrantes de esta manada, responsable, entre otras cosas, de Nosotros Los Brujos. Apuntes De Arte Poesía Y Brujería (Santiago Arcos, 2008) y el encargado de la traducción de La Biblia Psíquika (Caja Negra 2020).

La edición de La Biblia Psíquika es, por estas razones, tanto un acontecimiento como un diálogo mudo sostenido por la praxis, resultado de una conspiración nómada, de templos fundados con la flexibilidad del agua, la agudeza del aire, la voluntad del fuego y la solidez de la tierra. Acá o allá da igual. TOPY o EOA is a state of mind.

Recuerdo cuando, varios años atrás, le preguntaba a Alberto Laiseca sobre magia y brujería. Siempre era esquivo. Prefería no hablar de eso, no hacer mayores referencias que las que había en sus libros. Yo hacía rato estaba interesado en las tradiciones esotéricas. Él me recomendaba una y otra vez no meterme. Me recordaba que la magia es algo peligroso. “Yo lo hice cuando no tenía más opciones”, me dijo. Hoy entiendo mejor qué implica ese pensar la brujería como el último recurso. La brujería puede ser un peligro, pero hay momentos en que el afuera lo es aún más y poco a poco nos acorralan. En sus novelas los personajes no hacen brujería por diversión sino por supervivencia. Cuando no son hechizos de ataque y defensa, la magia está en poder ver lo que hay detrás de la lógica aparente, de la realidad consensual. La magia es visión y práctica intensa, hacia adentro y hacia afuera.


La Biblia Psíquika
Génesis Breyer P-Orridge
Traducción: Juan Salzano
Caja Negra

Related posts
Poéticas

Alan Ojeda: "Hay que buscar familiaridades que nos permitan salir de esta mediocridad que implica ser sólo un humano"

Poéticas

Agustina Pérez: “La escritura es el clamor y el reclamo por el advenimiento de las cosas”

Música

Divina Encarnación: “La realidad es una enfermedad incurable ¿Es necesario seguirla replicando?”

El Pregonero

Educar a la intemperie en la tormenta ideológica

Seguinos en las redes @rudalarevista Revista ruda
Worth reading...
Pompeyo Audivert: “El teatro es una máquina destinada a sondear identidad y pertenencia a un nivel metafísico”