En una nueva edición de la Feria de Editores, hablamos con Paula Brecciaroli, escritora, editora y una de las responsables de Editorial Conejos, sobre la función de la FED, la puesta del sello y las expectativas alrededor del evento. Además, el poeta Patricio Foglia nos cuenta acerca de Oscuras flores de duelo, su nuevo libro publicado por Conejos, que estará presente en esta FED ’22.
Por Pablo Andrés Rial. Foto de portada: Domestika.
La Feria de Editores, que va creciendo de una manera exponencial a través del tiempo, vuelve este año los días 5, 6 y 7 de agosto, para disfrutar una vez más de un espacio de intercambio y de encuentro entre las editoriales, los autores y lectores, contando con un formato mixto: uno presencial, que será en Avenida Corrientes 6271 para los días estipulados de 14 a 21:00 hs., y otro online, que se sigue manteniendo como alternativa desde la pandemia, para aquellos que deseen, sin moverse de sus casas, adquirir los libros que ofrecen las editoriales independientes (con bonificaciones en los envíos de acuerdo a los montos de compras) a través de la gestión de la librería Céspedes.
No hay lugar a dudas que un evento de estas características es un motivo de festejo, considerando que desde sus comienzos (allá por el año 2013) hasta el día de hoy, las editoriales independientes han sabido sortear muchos obstáculos que van desde las crisis socioeconómicas y los estragos que la pandemia ocasionó, hasta los desafíos de siempre: logra una mayor difusión, comercialización y espacios para tener una mayor visibilidad de sus trabajos.
En ese sentido, Paula Brecciaroli, editora en Editorial Conejos, nos asegura: “La Feria de Editores llega este año a su 11ª edición. Esta feria, creada por Víctor Malumian y Hernán López Winne, editores de Godot, hoy es un gran evento cultural que logró ganar un lugar privilegiado en el calendario de las editoriales y de los lectores. Este evento, que sigue creciendo en cada edición, convoca a miles de personas que se acercan a buscar libros de las editoriales independientes”.
“No se trabaja de forma aislada con un libro. Incluso la pasión del editor, que es a la vez el responsable de la editorial, es mucho más comprometida por ser el proyecto propio el que se juega en cada libro”.
La FED es uno de los eventos literarios más ansiados y deseados por el sector editorial. Paula nos comenta: “Muchas editoriales programan sus novedades especialmente para cada edición. Lo que caracteriza esta feria es su buena organización, logística, difusión y prensa. Todos los años se relevan los resultados de la misma con miras a mejorar las ediciones futuras, atendiendo las necesidades y sugerencias de los editores participantes. Su crecimiento y su buena organización son lo que la hace una feria favorita tanto para las editoriales independientes como para el público lector”.
Del evento participará, entre tantas otras editoriales, la Editorial Conejos (STAND 321) que nació en 2010 motivada por la inquietud que tenían algunos escritores para hallar espacios de publicación que dieran lugar a nuevas voces. En su primera etapa eran un equipo de cuatro personas, que determinaron fundar la editorial con el fin de propiciar un lugar donde se pudieran publicar los primeros libros. Actualmente, Paula, junto a Ariel Bermani y Bruno Szister conforman editorial Conejos y trabajan distribuyéndose las tareas de la labor editorial.
En relación con el proceso de selección, Paula sostiene: “Nos interesan libros que tengan una escritura fresca y al mismo tiempo que dejen su marca de intensidad con sus historias. Publicamos escritoras y escritores que puedan aportar nuevas miradas y al mismo tiempo tengan calidad literaria, sean sus primeros libros o tengan ya una trayectoria en el mundo de las letras. Nuestro catálogo está formado por libros de narrativa y poesía de autores contemporáneos. Usualmente, publicamos entre 3 y 4 libros por año, que es una cantidad de libros que podemos hacer a partir de nuestros recursos, pero también que podemos acompañar”.
“Este año llevamos editados seis libros que es un poco más que lo habitual, con dos libros nuevos que reinauguran la colección de poesía y uno de los libros ganadores de la Bienal Arte Joven 2021-22. Las editoriales independientes mantienen un acercamiento más íntimo con las obras de los autores que aquellas editoriales que no, lo que podría modificar el proceso de edición”.
Brecciaroli, subraya que “al no tener tantos participantes intermediarios en el trabajo editorial, son los propios editores los que trabajan el libro con el autor. Esto de alguna manera agudiza la edición, ya que para el editor cada libro es una pieza única, pero además forma parte de un ecosistema que es todo su catálogo. No se trabaja de forma aislada con un libro. Incluso la pasión del editor, que es a la vez el responsable de la editorial, es mucho más comprometida por ser el proyecto propio el que se juega en cada libro”.
Finalmente, no pude evitar preguntarle a Paula si es que existe algún tipo de competencia entre las editoriales independientes o si la relación es más bien fraternal. Ella responde: “Si se pensara como una competencia, creo que en todo caso sería una competencia sana, en búsqueda de lograr una profesionalización más compleja y la instalación de nuevas ofertas de lectura en el mercado editorial. Es la posibilidad de tratar de lograr nuevas condiciones de venta y exposición de libros que de otro modo quizás no hubieran tenido acceso a ser publicados. Las editoriales al ir componiendo sus catálogos establecen distintas zonas o recortes de interés donde van a instalarse. Desde mi opinión, el crecimiento es beneficioso y la FED es uno de los ejemplos privilegiados de que la fuerza de la cooperación y el deseo de crecimiento conjunto es beneficioso para todo el sector”.
Los poemas extraviados de Patricio Foglia
Comenzó a escribir poemas en la secundaria, en los márgenes de las hojas, como resguardo del tedio de las clases y el mundo real. Autor de los libros Temperley, Lugano I y II, Tokio, entre otros; va a estar presentando en la FED su nueva obra Oscuras flores de duelo, editada por Editorial Conejos, y participará de la charla virtual “Triple frontera; géneros: híbridos y anfibios” junto a Inés Ulanovsky y Juan Fernando García el próximo domingo 7 a las 17:00 hs.
¿Qué representa para vos como autor que tu obra se publique en una editorial independiente?
Me sorprende y me trae felicidad, que alguien quiera ya no solo leerme, sino además publicar algo que escribí, sea esto en una editorial chica o grande. La poesía depende del altruismo de los editores independientes. Una editorial independiente es, hoy, Un tranvía llamado deseo. Sobre su fantasía es posible la letra impresa de la nuestra. Como Blanche Dubois, siempre he dependido de la amabilidad de los extraños.
¿De qué trata tu obra que estará presente en el marco de la FED?
Se llama Oscuras flores de duelo, como un verso de García Lorca, del poema La leyenda del tiempo, que dice Ayer y mañana comen / oscuras flores de duelo. Está escrito en poesía, no en prosa. Aunque funcione como una nouvelle, porque nadie sabe qué ha pasado, como querían Piglia y Deleuze. Pero ni yo mismo sé qué pasó, y tampoco importa demasiado. Yo solamente escuché una voz, la del santero protagonista, y como buen chusma puse un vaso del otro lado, para escuchar mejor su mente, que piensa en forma de poemas extraviados.
¿Concurriste a la FED estando del otro lado, como lector? ¿Cuál fue tu experiencia, cómo lo viviste?
Me crucé con Male Saito, que trabajaba en un stand. Ahora la considero mi amiga, y me gusta mucho su poesía. La feria es una oportunidad de cruzarse con gente querida, admirada, en sus libros y en persona, me parece hasta agradable. De todas formas, mi recomendación es no aceptar canapés, porque pueden estar envenenados.
¿Pensás que los escritores y escritoras independientes hoy en día tiene más posibilidad de llegar a nuevos lectores? ¿Tienen más posibilidades de que se publiquen sus obras?
Creo que no hay ser previo al hacer. No hay ninguna independencia previa a nuestros actos, se puede publicar en una editorial enorme manteniendo la propia voz, sin condescender a las supuestas exigencias del mercado, o ser absolutamente dependiente y repetir como un loro aplicado lo ya hecho, aún publicando en la antepenúltima editorial de poesía y fanzines.
¿Tenés alguna ambición cómo escritor?
Me gustaría comprarme una licuadora con la venta de un libro de poemas mío. Pero sé que no va a pasar, la poesía no da para tanto, ni la mía ni la de nadie, ni siquiera Estela Figueroa debe poder pagarse un tostado árabe con sus regalías semestrales. Qué fascinante esta libertad la de lo inútil.
¿Qué opinás de los y las poetas actuales?
No conozco a todos y todas, tampoco alcanzo a leer tanto como quisiera; mi mirada entonces es seguramente demasiado sesgada, parcial o equívoca. Sí tengo la sospecha de que algunos autores vivxs están, en rigor, muertxs y que otrxs están más vivxs que nunca. Bustriazo Ortiz está vivo, Inchauspe también, y también Escudero. De lo último que leí, me gustó El corazón del daño, de Negroni, y Cuando yo era poeta, de Bossi.
¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Creo que en esto tiene bastante razón Dorothea Lasky cuando dice que La poesía no es un proyecto. Quiero seguir leyendo y escribiendo, eso es todo.